Quieres trabajar mejor pero quieres seguir haciendo lo mismo.
La Alta Dirección en tu empresa no está comprometida para implementar nuevas formas para trabajar.
No alcanzas a ver el retorno de la inversión y ves la productividad como un gasto.
Crees que las personas aprenden a usar la tecnología “picándole”.
No hay presupuesto asignado para mejorar la productividad y efectividad.
No crees que se pueda romper el “status quo”... En tu empresa “las cosas siempre se han hecho así”.